Reflexiones sobre Crianza & Educación Respetuosas: Por un mundo sin
No me gustan las etiquetas.
No me gustan las etiquetas, porque creo que determinan no sólo la forma en que miramos e interactuamos con los niños y niñas, sino la forma en que se miran a sí mismos.
Cuando reducimos a alguien a una etiqueta, especialmente si es un niño o una niña, estamos omitiendo infinidad de matices de su personalidad, y poniendo el foco en tan sólo unas características que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, son temporales y están en proceso de desarrollo.
"Tímido" "Gruñón" "Activo" "Payaso" "Agresivo" "Desafiante" "Hiperactivo" y un sinfín de etiquetas de todo tipo que colgamos a nuestros niños y que no les permiten ser ellos mismos ni florecer ni desarrollarse con la riqueza e individualidad de su personalidad.
El peligro de poner etiquetas a los niños y niñas es que comienzan a perder la libertad de ser quienes realmente son y de expresarse y actuar con autenticidad.
No me gustan las etiquetas porque somos muy complejos, somos y nos comportamos con diferencias y sutilezas según la situación, nuestra carga emocional del momento, nuestro nivel de agotamiento, nuestro estado corporal, etc. Y porque, incluso cuando nos identificamos con una etiqueta y nos ponemos a observar, descubrimos que hay mil diferencias entre cada uno de nosotros, por lo que mejor centrarnos en relacionarnos con los niños y niñas (y los otros) sin prejuicios, desde la compasión y la empatía que nos conectan con su individualidad.
El peligro de poner etiquetas a los niños y niñas es que comienzan a actuar para satisfacer las expectativas asociadas a dicha etiqueta (generalmente puesta por vínculos de referencia) y, cuando hacen eso, comienzan a perder la conexión consigo mismos y con los demás.... comienzan a perder la libertad de ser quienes realmente son y de expresarse y actuar con autenticidad.
Cada ser vivo es único, auténtico, mágico... apostemos por relaciones que saquen lo mejor de cada uno y tratemos a los niños y las niñas de la forma más respetuosa y adecuada a sus necesidades completamente únicas e individuales, sinetiquetas.
He escrito y editado un libro infantil ilustrado, "Simplemente Olivia" (puedes verlo aquí), un cuento para niños sobre el amor, el poder de la imaginación y la belleza de un mundo sin etiquetas. Un libro infantil que nos va a ayudar a abordar este tema con las familias y los niños, en casa, en las escuelas, en bibliotecas, y que nos va a permitir subrayar la importancia de ser auténticos en nuestra individualidad, de aceptarnos a nosotros y a los demás con todas nuestras sutilezas, con todos los matices de nuestra personalidad.
Porque sueño y trato de vivir en un mundo #sinetiquetas donde todos los seres vivos sean libres de ser quienes son y de desarrollarse según lo que dicta su corazón en lugar de lo que se le impone desde fuera.
Este artículo fue publicado por primera vez por Mireia Bazu en el blog de Crianza con Conexión.