Compartamos y promovamos la mágica conexión con los libros
El pasado domingo, estuvimos en el Mercado del Riu Rau en la Marina Alta de Alicante y lo pasamos genial. Compartimos la historia de nuestro cuento "Simplemente Olivia" con muchas familias de distintos países, y descubrimos muchos artesanos y productores locales.
Seguimos apostando por el trato directo con las personas, por compartir y descubrir historias, por crear vínculos, por la humanidad asociada a cada libro.... ¡Y nos encanta!
No queremos que todos los niños y niñas lean los mismos libros que se recomiendan en todas partes. Queremos que los niños y niñas descubran su camino, sus gustos literarios y que escuchen a su cuerpo y su corazón cuando se encuentran ante un libro... ¿Les llama poderosamente la atención? ¿Hay algo de la historia que les conecta consigo mismos? ¿Sienten la necesidad de abrirlo y saber más?
Los padres y madres siempre tomamos muchas decisiones sobre las vidas de los niños y las niñas. Dejemos que elijan que leer, más allá de reseñas, críticos literarios y marketing. Y no solo los niños....
Recuerdo a una señora de más de 90 años que iba en silla de ruedas. Sus ojos y cara se iluminaron increíblemente cuando vio el cuento de "Simplemente Olivia". Lo abrió y comenzó a mirarlo y leerlo. Su cara mostraba fascinación y le pedía a su acompañante que se lo comprara. La acompañante, que no pareció darse cuenta de esa hermosa conexión que se había dado entre la abuelita y el libro, le respondía, ante la insistencia de aquélla, que no podía comprar un libro sin saber más ni haberlo leído. Después, se la llevó y la abuelita bajo su cabeza con resignación.
Me encanta la magia de la conexión visceral con cualquier forma de expresión artística. Una magia que se siente en el cuerpo y deja de lado, por unos instantes, a la cabeza. No se la robemos a los niños... ni a nadie.
Si tú también quieres un mundo más respetuoso hacia los niños y las niñas, los animales y el planeta en el que el amor por los libros de papel crezca tanto como nuestras sonrisas y nuestras alas, comparte esta reflexión con tus amigos y amigas.